Iquisición (España, 1976)

 

 

Título original: Inquisición 

 

Año: 1976

 

Duración: 89 min.

 

País: España

 

Dirección: Paul Naschy

 

Guion: Paul Naschy

 

Música: Maximo Barratas

 

Fotografía: Miguel Fernández Milla

 

Género: Histórico, Drama

Reparto: Paul Naschy , Daniela Giordano , Mónica Randall. Ricardo Merino. Tony Isbert. Julia Saly. Antonio Iranzo. Juan Luis Galiardo, Eduardo Calvo, Tota Alba. María Salerno, Eva León. Loreta Tovar. Isabel Luque. Belén Cristino. Antonio Casas, Jenny Llada (Jenny O´Neill

Argumento

En Francia, en el año 1617, la Inquisición va de pueblo en pueblo "desenmascarando" a cuantas brujas y brujos encuentran en su camino, haciéndoles padecer mil tormentos y finalmente quemándoles en hogueras.
Un día llegan a un pueblo donde son hospedados por su amable alcalde.
Este tiene una bella hija que anda en amores con un apuesto mancebo y están a punto de casarse.
Pero el jefe de los inquisidores se fija en ella y paga a varios asesinos a sueldo para que le asesinen al novio y así poder beneficiarse a la muchacha.
Y es que el "Santo" Inquisidor está poseído por las más bajas pasiones y lucha constantemente contra ellas flagelándose si es necesario.

Bastante mala película que no obstante ha pasado a la historia del cine español por ser la primera realización de Jacinto Molina, alias Paul Naschy cuando aparece en los títulos de crédito como actor.
Se trata de una torpe cinta, hecha como a retazos, con un pésimo guión y mal narrada y planificada.
No obstante, en el aspecto técnico se salva no en vano su fotografía es maravillosa y la belleza de sus actrices manifiesta.
Pero diálogo y situaciones, son de sonrojo, sobre todo su absurdo final.
No es aburridísima, pero sí que se palpa que Molina (que no nos olvidemos, en realidad, jamás fue buen director), en estos momentos estaba muy verde y por ello se queda a medio camino de todo.
Antonio Iranzo, eso sí, logra una excelente composición de "chivato" del pueblo, lleno de rencor y odio hacia las bonitas muchachas que le rehuyen a causa de su feo rostro pero sobre todo a causa de su abyección moral.
¡Ah! Y como siempre ocurría en este tipo de filmes, pensados para ser estrenados en otros países, hay escenas subidas de tono que en la versión española se nos muestran de una forma y fuera de otra (con menos ropa). ¡Ay, ay, ay, estos censores...!).