Título original: Red Dawn
Director: John Milius
Guion: Kevin Reynolds, John Milius
Música: Basil Poleidouris
Fotografía: Ric Waite
Género: Bélico
Reparto: Patrick Swayze. C. Thomas Howell, Lea Thompson. Charlie Sheen, Darren Dalton. Jennifer Grey, Brad Savage. Doug Toby. Ben Johnson. Harry Dean Stanton. Ron O'Neal. William Smith. Vladek Sheybal, Powers Boothe. Frank McRae. Roy Jenson. Pepe Serna. Lane Smith. Judd Omen. Michael D'Agosta
Argumento
En los años ochenta del siglo XX, en un tranquilo pueblo estadounidense de las montañas se produce una extraña pero mortífera invasión: nada menos que tropas de asalto rusas, seguidas de cubanas, es decir, rojas por los cuatro costados, comunistas hasta la médula.
Matan y hacen prisioneros a la población civil.
Sólo logran escaparse a las montañas un grupo de chavales de la escuela, todos ellos de unos deiciséis o diecisiete años.
Forman un temible grupo guerrillero que atacan a los rusos y cubanos donde menos se lo esperan.
Un pequeño gran bodriete, simpático quizás por su patética exposición de lo que según los yanquis podría significar el comienzo de la III Guerra Mundial.
Delirante hasta la extenuación, no sólo es reprobable en su vertiente de credibilidad, sino también en cuanto a entretenimiento se refiere ya que es, durante la mayor parte del metraje, tediosa a más no poder. Y eso que hay acción, tiros, explosiones.... pero todo ello metido en un argumento que no hay por donde cogerlo "gracias" a un tonto guión, donde los malos y bobos diálogos se suceden sin descanso. Menos mal que en el último tercio aparece William Smith, que pone algo de fuerza a la historia.
Momentos como cuando el piloto de avión accidentado encarnado por Poowers Boote les cuenta a los chicos cómo en ciudades como Denver, Colorado, los prisioneros han llegado al extremo de comer carne humana para sobrevivir, son antológicos y dignos de entrar en el Guinnes de la chorrez mental.
Eran los tiempos en los que Los Estados Unidos perseguía volver a ser la primera potencia mundial en el, al menos, aspecto bélico, por si los países malos intentaban algo. Y ya se sabe, nada como el cine para jamar el coco.
Pero todo es tan lamentable que no creo se consiguiera el propósito, más bien debería la población de haber perdido la confianza en mentes teóricamente más amuebladas, como los del cine. En fin...
Pero también se ve el pulso en materia de cine de acción de John Milius, como cuando los cazas rusos atacan a los "buenos" en las montañas.
También la música del gran Basil Poledouris es de recibo
Sale buena parte de los intérpretes juveniles de aquél entonces, con un prometedor futuro, en el que sobresale Patrick Swayze como el jefe del grupo al ser el mayor y más fuerte, añorado tras su dolorosa muerte.
Resumiendo, un producto típico de los ochenta, que es ridículo de por sí, pero sirve de ejemplo de cierto cine que se hacía en yanquilandia por aquella época.
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