martes, enero 02, 2024

Retorno al hogar (España, 2023)

 


Título original: The homecoming

Autor: Harold Pinter

Director y adaptador: Daniel Veronese 

Intérpretes: MIGUEL RELLÁN, FRAN PEREA, ALFONSO TORREGROSA, SAMUEL VILLUELA, JUAN CARLOS VELLIDO, ALICIA RUBIO

(los intérpretes que indico son los que representaron la obra en el Muxikebarri, Sala Ereaga, de  Algorta (Getxo), Bizkaia, España, y no los que aparecen en la imagen superior, que son los que representaron la obra en Madrid)

Ayudante de dirección: Maite Pérez Astorga y Nacho Redondo   

Escenografía y vestuario: Lua Quiroga 

Iluminación: Ion Aníbal López   

Diseño Gráfico: Javier Naval  

Producción y Distribución: Producciones Teatrales Contemporáneas SL

Lugar de representación: Teatro Musikebarri de Algorta, Getxo, Bizkaia, España (29-12-2023)

 

Argumento

Se relatan las mil y una contradicciones y tensiones entre un padre viudo que vive con dos de sus hijos, ya adultos, y un hermano.
La llegada del hijo mayor, aparentemente el triunfador de la familia, con su esposa, desata todos los vientos de una tempestad provocada por un ambiente asfixiante y opresivo provocado por la envidia y el desprecio mutuos entre todos los miembros del clan. 

Pues, en efecto, el día 29 de diciembre de 2023, un día después de la Festividad de Los Santos Inocentes, asisto a la representación de la obra de Harold Pinte, "Retorno al hogar". Ya había leído que era una obra dura, no demasiado apropiada, quizás, para representar en las Navidades, y más ante espectadores, en su mayoría, ya de una edad avanzada que, me temo, esperaban una comedia.
La obra representa prácticamente lo peor del ser humano, los sentimientos más negros que se pueden dar en una familia, que si se ve de lejos pudiera parecer entrañable pero de cerca resulta asfixiante, llena de rencores e incluso odios, desprecios, con deudas que pagar.

Buenos diálogos, puesta en escena sencilla pero funcional y seis excelentes intérpretes, con protagonismo para un muy maduro ya, pero tremendamente experimentado Miguel Rellán.


Obra inclemente, que no obstante saca la sonrisa del espectador en algunos momentos, dada la propia naturaleza de la obra, que de tan oscura que es, a veces hay que tomársela un poco en broma, en parte porque resulta en ocasiones excesiva de lo surrealista que se va volviendo el argumento, los acontecimientos, y en parte por esas risas enlatadas que suenan de vez en cuando (¿cinco, seis?) durante la representación. Este asunto, lo de las risas enlatadas, la verdad es que no he pillado la función, el objetivo que quiere conseguir, como no sea el que he expresado, sin demasiada convicción, anteriormente.

100 minutos, aproximadamente, de buen teatro, nada cómodo ni simpático, pero dinámico, entretenido, que no obstante, una vez vista, considero que, en gran medida, se trata de teatro, no me atrevo a llamar "viejo" pero sí, por su filosofía, algo fuera de época. No sé, esto es una consideración mía, particular, que no tiene por qué ser cierta.

El "amor familiar" representado como un juego de poder, de subsistencia, de poner a cada miembro en su verdadero lugar.

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