Directores: Ishiro Honda, Terry Morse
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Intérpretes Principales: Raymond Burr, Takashi Shimura, Akira Takarada, Momoko Kôchi, Akihiko Hirata, Sachio Sakai, Fuyuki Murakami, Ren Yamamoto, Toyoaki Suzuki, Tadashi Okabe
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Argumento: Unas pruebas nucleares en el mar resucitan a un antiguo monstruo de tiempos remotos.
El monstruo, gigantesco y aparentemente indestructible, se dirige hacia la costa de Japón para sembrar el caos.
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Mi opinión: Curioso film donde el entrañable personaje de Godzilla hace acto de presencia en la mítica productora Toho para sembrar el caos entre los humanos por donde quiera que pase. Con el transcurso de los años Godzilla incluso se tornaba en héroe al luchar en favor de los humanos contra otros seres antidiluvianos o incluso extraterrestres.
Este film se remontó e ideó de nuevo sobre el orginal asiático, dándole presencia al actor Raymond Burr, "Perry Mason" y futuro "Ironside".
El resultado fue claramente inferior al original en cuanto a calidad pues, como bien dice la historia escrita sobre este filme, se perdió parte del transfondo social y crítico, pero fue un éxito de público.
Y es que, viéndola sin tener en cuanta estas históricas consideraciones, se comprueba que es un trabajo fílmico de gran esfuerzo creativo, alternado de forma eficaz la espectacularidad fantasiosa del relato monstruoso junto a momentos de gran intensidad dramática como cuando vemos a los numerosos heridos en los hospitales o el coro de niñas cantando una canción tras uno de los mortíferos ataques de Godzilla.
Sí, es cierto que los efectos especiales son, viéndolas ahora, entrañables, más teniendo en cuenta que en "King Kong", de 1933, eran claramente superiores, pero tienen fuerza las imágenes aunque "el bicho" luzca de andar por casa. Pero el fondo ahí está y creo que la película cumple claramente con las expectativas, como luego se comprobó con las numeras futuras aventuras y desventuras con dicho personaje.
En resumidas cuentas, que sí, que viéndola ahora se ven las costuras técnicas, pero tiene elementos suficientemente positivos como para ser tenida en cuenta, como la excelente fotografía en blanco y negro a cargo de Masao Tamai y la banda sonora de Akira Ifukube.
Viéndola hoy en día con la suficiente perspectiva le doy un aprobado alto. Además, está la siempre grata presencia del gran Takashi Shimura, inolvidable miembro del clan "Los siete samurais", del maestro Kurosawa.
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