MARY STEVENS, M.D. (USA, 1933) Drama, Vida Normal

 

Director:  LLOYD BACON
---
Intérpretes Principales: Kay Francis, Lyle Talbot, Glenda Farrell, Thelma Todd, Harold Huber, Una O'Connor, Lloyd Ingraham, Milton Kibbee, Lee Phelps
---

Argumento: Mary Stevens y su amigo, Don Andrews, se gradúan de la escuela de medicina al mismo tiempo.
Deciden establecer sus respectivas oficinas médicas en el mismo edificio. Mary construye su reputación a pesar de que muchos pacientes se niegan a ser tratados por una mujer.
Don, sin embargo, comienza a salir con Lois Cavanaugh, cuya familia es rica e influyente, y descuida su práctica por los privilegios de una vida social.
A pesar del amor de Mary por Don, éste se casa con Lois y establece una nueva oficina con una clientela de clase alta.
También le da a Mary una nueva oficina junto a la suya.
Don comienza a hacerse con fondos derivados de su práctica.
Los celos y la desconfianza separan a Mary y Don, aparentemente para siempre...
---

Mi opinión: 

" En una consulta de pediatría:
- ¡Niño! ¿Pero qué haces?
- Jugando a los caballitos.
- Entonces tendríamos que llevarte al establo".

Buen melodrama competentemente dirigido por Lloyd Bacon, autor de un buen número de estupendos filmes.
En esta ocasión resulta bastante sorprendente, no en vano va cambiando de registro a medida que avanza la historia.

 

Comienza más bien como una comedia de situaciones donde se manifiesta claramente la incomprensión y desconfianza de los hombres respecto a una mujer doctora, luego va más al género romántico para desembocar en su parte final al melodrama angustioso y doloroso.
Y Bacon lo hace de forma muy entretenida, no malgastando tiempo en ello, y en tan sólo 72 minutos nos cuenta un buen puñado de vivencias a cargo de una mujer valiente, competente, profesional y muy enamorada de un buen hombre aunque algo perdido en ocasiones.

Existen muy buenos diálogos (algunos muy rápidos) y certeros llenos de fina ironía:

"- ¿Qué tal está tu mujer?
- No lo sé, no nos hemos visto desde hace tres semanas.
- ¡Ah. Sois esa clase de gente!.
- No creas, podría ser peor, pero no sé cómo".

y las interpretaciones son excelentes, con, de nuevo, la gran Una O'Connor robando las escenas a quien esté con ella en pantalla.
Merece la pena este buen filme del Hollywood dorado, rodado no mucho después de la época silente.