Título original: Afrodite, dea dell'amore
Director: Mario Bonnard
Guion: Mario Bonnard, Sergio Leone, Alberto Manca, Ugo Moretti, Mario di Nardo
Música: Giovanni Fusco
Fotografía: Tino Santoni
Género: Péplu, Religioso
Reparto: Anthony Steffen, Isabelle Corey, Iréne Tunc, Ivo Garrani, Giulio Donnini, Carlo Tamberlani, Gian Paolo Rosmino, Andrea Aureli, Matteo Spinola, Paul Muller, Livio Lorenzon, Clara Calamai, John Kitzmiller, Massimo Serato, Mino Doro, Germano Longo, Emma Baron
Argumento
El gobernador de Corinto, ante la ciudad asolada por la peste, echa la culpa a los cristianos, imitando el ejemplo de Nerón.
Pero es que antes ha habido intrigas palaciegas, amores prohibidos y unas ansias de poder de asesores corrompidos por el dinero.
Todo ello, comenzando por los trabajos de un honrado escultor para crear una escultura de la diosa Afrodita.
"- Eres tan virtuosa...
- Por eso se casó conmigo.
Ella: - Pero la virtud no es un placer comparado con un profundo arrepentimiento".
Bastante apañado péplum, que toma la figura de la diosa griega que representa la belleza y sensualidad.
Un pretexto como otro cualquiera para llevar los creadores del film hacia lugares comunes en este caso de cintas. Un péplum con intrigas palaciegas, corrupciones de todo tipo, amores prohibidos entre gente poderosa y esclavas... todo visto y oído, pero esta vez con más prestancia visual.
Y es que se nota que ha habido dinero. La dirección artística está conseguida, con una buena ambientación, gran número de extras en algunas escenas y, sobre todo, la grata presencia de estimables intérpretes, como Ivo Garrani, Carlo Tamberlani, Paul Muller y/o Massimo Serato. Además tenemos la presencia de un todavía bastante bisoño Antonio del Teffe, que más tarde se cambió el nombre por Anthony Steffen, visto en numerosos westerns europeos.
El guion, nada menos que a diez manos, entre los que se encuentra el gran Sergio Leone, no es nada del otro jueves, aunque sí que se nota un esfuerzo por dotar a los diálogos de seriedad. Y es que no hay humor en la historia, donde, amén de lo que sucede en el palacio, tenemos lo que ocurre fuera, la persecución a los cristianos, a los que, como siempre, se les echa la culpa de todos los males.
Se puede ver tranquilamente la película, siendo llevadera, aunque olvidable, pero con elementos positivos como la belleza de sus dos protagonistas femeninas y/o aspectos como el vestuario y la peluquería.
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