Director: Sergio Bergonzelli (1)
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Intérpretes Principales: Gérard Barray (1, 2), Antonella Lualdi, Terence Morgan, Geneviève Casile, Armand Mestral, Gérard Tichy (1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8, 9, 10), Alberto Cevenini, Giani Esposito, Fernando Sancho (1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8, 9, 10, 11, 12, 13, 14, 15, 16, 17, 18, 19, 20, 21, 22, 23, 24, 25), Antonio Molino Rojo (1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8, 9, 10), George Rigaud (1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8, 9, 10, 11, 12, 13, 14), Mónica Randall (1, 2, 3), Anne Vernon, Virgilio Teixeira (1), Aldo Sambrell (1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8, 9, 10, 11, 12, 13, 14, 15, 16), Víctor Israel (1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8, 9, 10), Tomás Blanco (1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8, 9, 10, 11, 12, 13), Frank Oliveras (1, 2), Mariano Vidal Molina (1, 2), Luis Barboo (1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8, 9, 10, 11, 12, 13), José María Caffarel (1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8, 9).
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Argumento: Ante el estallido de las hostilidades entre Inglaterra y Francia, Napoleón encarga al ex corsario Surcouf una peligrosa misión.
En la isla de Mahais, ahora en manos del enemigo, Surcouf debe encontrar y destruir unos documentos en los cuales está minuciosamente descrita la localización de las fuerzas francesas en el océano y una lista con los nombres de los agentes secretos.
Surcouf acepta con entusiasmo el encargo y llega a la isla, donde consigue hacer desaparecer los papeles, pero cuando está a punto de marcharse es descubierto.
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Mi opinión: Pues como casi todas las simpáticas co-producciones europeas de los sesenta y setenta entre, principalmente, Italia y España (Balcázar producciones), y en esta ocasión con acompañamiento de Francia (los franceses son los más buenos, listos y guapos en el argumento...).
Según consta en los títulos de créditos iniciales de la copia que he podido ver por televisión española, el único realizador del producto es Sergio Bergonzelli, pero según diversas páginas webs de la Red, estuvo ayudado en estos menesteres por el estadounidense Roy Rowland. No sé cuál será la verdad, pero francamente me da igual.
La verdad es que no es gran cosa, pero se pasa el rato. No aburre aunque mejor que se hubiera aligerado algo el metraje, no demasiado tampoco.
Hay acción, luchas, tiros, explosiones, traiciones, amores imposibles, amistad y hermandad y celos y algo de estupidez en los malos (en esta ocasión, los ingleses).
Pero todo dirigido sin mayor imaginación por lo que el resultado final no puede ser otro que pura serie C, de esas que tanto nos gustaban de niño y que quizás hasta la viera en su día, con 8, 9 10, 11 o 12 años. Podría ser.
En fin, que no creo que se pueda decir mucho más de ella como no sea que es un placer ir viendo según pasan los minutos, la presencia de agradables intérpretes patrios que tanto nos hicieron gozar. Y la bonita fotografía a cargo de Juan Gelpí, un grande.
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